Éste fue nuestro último destino en Bolivia. El Parque Nacional Sajama se encuentra en la confluencia de la triple frontera Bolivia-Chile-Perú, en plena cordillera volcánica, y en él se halla el pico más alto de toda Bolivia: el Sajama (6547msnm).
Sajama también es el nombre del pueblecito desde donde se parte para hacer las excursiones por el parque y del que tenemos un recuerdo agridulce ya que fue el único sitio de Bolivia donde nos sentimos insatisfechos por los servicios. Los precios de los transportes eran abusivos y la comunidad se ha puesto de acuerdo para alojar a los turistas que llegan en sus casas en condiciones muy precarias y a precio de hostel, en vez de utilizar el albergue comunitario que construyeron para ellos. No es una crítica al pueblo, creemos que los que construyeron el albergue son los únicos responsables de la capacitación de la comunidad. Nosotros finalmente nos alojamos en un hostel del pueblo explicando los motivos por los que no aceptamos alojarnos en las casas particulares a las personas de la comunidad.
Sajama es el típico pueblo en medio del desierto del altiplano boliviano.
Desde casi cualquier punto del pueblo, y del altiplano en el que se encuentra el pueblo, se puede contemplar la presencia de los 2 gemelos: volcanes Parinacota y Pomerape, justo delante del majestuoso monte Sajama.
Las excursiones que pudimos hacer por nuestra cuenta fueron las siguientes:
- Campo base del Sajama, se sale caminando desde el pueblito y después de 3 horas entre plano y ascenso por terreno arenoso y de difícil andar se llega al pie de la mole (4900msnm). Desde allí se tiene una visita más cercana y contundente del nevado.
- Intentamos llegar a la laguna fronteriza con Chile (Laguna 16), pero no lo conseguimos porque los caminos no están bien señalizados. Eso sí, a la vuelta pudimos darnos un chapuzón en las transparentes aguas termales que hacen erupción de manera natural en medio de los bofedales.
En esta excursión pudimos fotografiar por fin a las vizcachas, una especie de conejos salvajes muy abundantes en el altiplano boliviano.
El paisaje árido del altiplano engaña a los ojos y lo que parece ‘no tan lejos’ está muy muy lejos y lo que parece estar muy lejos, sencillamente no se ve.
A pesar de que Sajama supuso una despedida un tanto amarga de nuestro país favorito, no cabe duda de que es un lugar nuevamente único y que nos ofreció imágenes que en ningún otro lugar se pueden encontrar.
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