Para llegar a La Paz inexcusablemente se debe pasar por El Alto, una ciudad que ha crecido brutalmente sobre el altiplano hasta llegar a tener mayor población que la propia capital. La Paz se halla en una especie de olla natural a 3900 msnm y se ha construido en sus laderas hasta el mismito borde con El Alto, hecho que provoca un efecto visual de ciudad caótica y construida ‘a pedazos’.
Nuestros primeros pasos por la ciudad nos mostraron la diversidad de modos de vida que convergen en ella, desde la chola (mujer indígena con traje típico) vendiendo en la calle hasta el ejecutivo trajeado pasando por el guiri y los jóvenes bolivianos vestidos estilo occidental.
Otro de los grandes impactos de La Paz es la proximidad de la Cordillera Real y en especial su pico más alto, el Illimani, que emerge por encima de la ciudad con sus 3 espectaculares cimas blancas de más de 6000 msnm, así como la impresionante mole puntiaguda del Huayna Potosí. Estos Apus (montaña en quechua) no los pudimos ver durante la última semana de febrero debido a la constante niebla, a nuestro regreso en abril se mostraron sin complejos.
La Paz nos sirvió como punto de partida a distintos lugares de imperdible visita que están a su alrededor: Tiwanaku, Sorata, Coroico, El Alto, Apolobamba y Copacabana (Titicaca). Por lo tanto, pasamos bastante tiempo en la ciudad y sus alrededores. Quizás por eso tuvimos la suerte de toparnos en 2 ocasiones con políticos de primer nivel como el Ministro de Trabajo (Félix Rojas), mientras le entrevistaban en la Plaza de Armas, y el vicepresidente de Bolivia (Linera), al cual encontramos inaugurando la exposición ‘Principio: Potosí’, que ya se había exhibido en el Reina Sofía de Madrid y en Berlín. En la foto podéis ver de izquierda a derecha al Embajador español en Bolivia, la Ministra de Cultura, el vice y el presidente y secretario económico del BNB (Banco de la Nación de Bolivia).
A parte de las casas y casonas del centro antiguo de La Paz, su construcción más emblemática es la antigua iglesia de San Francisco, ubicada en uno de los centros neurálgicos de la capital
A parte de las casas y casonas del centro antiguo de La Paz, su construcción más emblemática es la antigua iglesia de San Francisco, ubicada en uno de los centros neurálgicos de la capital
Otros de los lugares destacados son la Plaza de Armas, donde se halla la Catedral, el Palacio del Gobierno y el Palacio Presidencial; y la calle Jaén, donde están los museos más importantes de La Paz.
Por la estructura de la ciudad, otro de sus atractivos son los miradores, ubicados en pequeños cerros que se encuentran en su interior y desde donde se puede observar la ciudad desde distintos puntos.
En La Paz nos encontramos como en casa, además tuvimos la oportunidad de conocer a un boliviano, Jose, que residió 20 años en Barcelona y que nos mostró la parte más ‘chick’ de la ciudad. Por cierto, si vais por La Paz no os perdáis su restaurante que se llama ‘Glamm’ y se encuentra en barrio de Sobocache. Aquí tenéis una pequeña muestra de los locales que visitamos con él y con Cath, su pareja.
Cada año, durante las 3 primeras semanas de febrero, en La Paz se celebra la Feria de los Alasitas, que consiste en un montón de paradas donde se venden todo tipo de miniaturas: billetes de avión, pasaportes, casas, material de construcción, maletines con dinero, coches, negocios y oficios, computadoras, mobiliario, bebés, partidas de nacimiento, certificados de todo tipo, etc… Se cree que comprando alguno de estos elementos a lo largo del año la miniatura se convierte en realidad. Los Ekekos son personajes de ficción que representan a personas cargadas de alasitas. Es tanta la tradición que incluso hay un museo de Ekekos.
En la feria también hay espacios de divertimiento con las típicas tómbolas, pasillos interminables de mini futbolines abarrotados de gente, sitios donde comer y, como no, el BINGO:
La Paz, como ya hemos dicho, es la capital del indigenismo y a diario te topas con escenas como la de la foto que así lo muestran.
Finalmente os queremos mostrar algunas imágenes cotidianas dela ciudad:
- Su abundantísima venta ambulante, donde puedes encontrar de todo y en cualquier lugar de la ciudad.
- Las graciosas cebras regulando los pasos de peatones.
- Y el uso de la imagen de la mujer como reclamo comercial de cualquier producto.
- Y el uso de la imagen de la mujer como reclamo comercial de cualquier producto.
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