jueves, 12 de mayo de 2011

ATRAPADOS POR BOLIVIA-POTOSI/YURA/SUCRE

El trayecto de Uyuni a Potosí lo hacemos en la compañía Emperador (40 bolivianos-unas 5 horas). Durante todo el viaje estamos subiendo y bajando montañas, hay bastantes tramos sin asfaltar y nos empezamos a impregnar del paisaje minero. Llegamos a Potosí al mediodía y sólo llegar empezó a caer una intensa tormenta que dejó sus empinadas calles inundadas de agua. En Potosí estuvimos 11 días, de los cuales 4 estuvimos en la ciudad y 7 en comunidades.

La ciudad de Potosí (que en quechua quiere decir trueno) creció y continúa creciendo al pie del cerro rico, una montaña que empezó a dar oro y plata en tiempos de la colonización española y aún hoy día continúa siendo lugar de trabajo de unos 10000 mineros que en condiciones bastante precarias, y en muchas ocasiones a edades tempranas, intentan extraer mineral de sus entrañas. Los mineros tienen a su Tio dentro de las minas al que invitan a coca y a alcohol para prevenir posibles accidentes en su trabajo:


Potosí se encuentra a más de 4000 msnm por lo que caminar por sus estrechas calles llenas de movilidades en ocasiones se hace difícil. Lo más destacado de la ciudad es:
-          Visita guiada a la Casa de la Moneda: muy interesante para conocer más acerca de la historia de la ciudad sobre todo en época de colonización.
-          Fachada de la iglesia de San Lorenzo, en la que hay un sincretismo entre figuras indígenas y católicas


-          Recorrer sus sinuosas y empinadas calles que mantienen muchas fachadas de casas coloniales, balcones de madera, iglesias y miradores.

Casi cada calle está destinada a un oficio, de manera que nos encontramos con la calle de los modistos, la de las peluquerías, la de la venta de muebles, la de las ferreterías, etc…
-          Comer en el restaurante de la calle Sucre que regenta una madrileña y una boliviana y en el que se puede encontrar un menú completo por 25Bs de una calidad exquisita.

Pero lo que más marcó nuestra visita a Potosí fue conocer la organización ISALP que se encarga de asesorar tanto a nivel legal como técnico a las zonas más rurales.
Ramiro Villalpando fue un perfecto anfitrión, con él y con Gilberto estuvimos en las comunidad de Chilma, donde pudimos asistir a una reunión de autoridades del ayllu:

También tuvimos la oportunidad de acompañarles, junto a algunos miembros de las comunidades, a examinar un ojo de agua que se encontraba a unos 4600 msnm y a unas 4 o 5 horas de la comunidad de Cata-Cata en cuya escuela dormimos.

En la zona tienen muchos problemas para obtener agua potable para tomar ya que hay mucha escasez de agua y algunos ríos están contaminados, Los habitantes de la comunidad habían encontrado ese ojo de agua cuando llevaban a pastear a sus animales a lo alto de las montañas y querían mostrárselo a los técnicos de ISALP para ver las posibilidades de aprovechar esa agua para las comunidades.
También gracias a ISALP y a Ramiro, estuvimos en Yura durante 6 días, donde Jorge, Ramiro Filemón, Gilberto y Ifraim nos enseñaron la vida en las comunidades y los diferentes proyectos en la zona:

-          Piscigranjas de truchas
-          Mejora de las condiciones de establos y de las especies caprinas
-          Introducción de vacas lecheras para aumentar el consumo de leche
-          Producción de miel
-          Recuperación de tierras para cultivo de árboles frutales y huerta, desviando el curso del río con gaviones
-          Internados para niños que tienen que recorrer distancias grandes para ir a la escuela en los que se pueden quedar a dormir de lunes a viernes.
También pudimos recorrer los inhóspitos y bellos paisajes yureños y participar en una entrevista de la emisora local:

Después de nuestra estancia en comunidades volvimos a Potosí para compartir nuestras vivencias con Ramiro al que estamos enormemente agradecidos y a continuación partimos hacia Sucre en un trufi (taxis que salen cuando se llenan), el trayecto es de algo más de 2 horas.
Sucre es la capital jurídica de Bolivia donde está el poder judicial, es una ciudad moderna y la llaman ‘la ciudad blanca’ porque la mayoría de sus edificios están pintados de blanco.

El problema es que, en algunas ocasiones, metieron la brocha encima de verdaderas obras de arte, como ocurre en el Convento de las Claisas, donde recientemente se han descubierto frescos originales en todo su claustro que ahora intentan recuperar con mucho trabajo.
En Sucre nos alojamos en el Hotel Torino y, como había muchos cafes wi-fi nos pusimos al día con el mail y con los contactos con la family mediante skype. También tuvimos tiempo de ir a comer unos requetebuenos chorizos en Doña Nati y visitar sus lugares más emblemáticos: la casa de La Libertad, la Universidad Francisco Xabier, la Catedral, el parque Bolivar (con una reproducción enana de la Torre Eiffel), las fuentes de color y música y diferentes iglesias, grato recuerdo de la torre de San Felipe Neri.

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