jueves, 19 de mayo de 2011

ATRAPADO POR BOLIVIA-ORIENTE

En Sucre tomamos un bus hacia Santa Cruz y nos bajamos en Samaipata, pueblecito que está al sur del Parque Amboró.
El viaje duró unas 12 horas y nos costó 105 bolivianos a cada uno en semi-cama. Fue un  viaje muy movido porque la ruta no está pavimentada, además en el bus no había luz y todo el equipaje de mano estaba por el suelo debido al traqueteo constante. Una niña dormía en el diminuto pasillo del bus y, como el viaje dura tantas horas, había 2 conductores:  el que no conducía iba metido en el guardaequipajes encima de un colchón. Hubo un momento en que paramos a desaguar, pero nosotros no encontrábamos nuestros zapatos ya que se habían corrido por debajo de los asientos delanteros, como no podíamos más bajamos con calcetines. Al subir, con la luz de una linterna recuperamos  nuestro calzado pero no encontrábamos la chaqueta marrón de Esteve, después de 20 minutos de búsqueda desesperada durante la cual Esteve iba enfocando a la gente a la cara (y despertándoles…) llegó a enfocar al señor que estaba delante nuestro e inmediatamente el señor estiró los brazos con la chaqueta en la mano diciendo ‘Aquí está!’ cuando en realidad se había apropiado de ella para abrigarse, ya que también hacía mucho frío en el bus.
Samaipata tiene unos 4000 habitantes pero sólo la mitad son bolivianos, el resto son habitantes de 17 nacionalidades diferentes, con lo que el pueblo se ha adaptado al modus vivendi  de los extranjeros. Está lleno de agencias de tours. Por nuestra cuenta hicimos una excursión  a Las Cuevas, una cascada de agua muy bonita, y visitamos El Fuerte, una santuario de la época pre-incaica.


Y con agencias hicimos:
-           Junto a una pareja de austríacos visitamos el bosque de helechos prehistóricos

-          Con Jarret de USA estuvimos en Buenavista (Codo de los Andes)

-          También nos bañamos en el río del parque Volcanes
Como agencia de tours recomendamos Tucandera Tours y a Saul como guía, no recomendamos a Amboró Tours.
Tuvimos la oportunidad de estar en Samaipata el día en que se celebra la Virgen de la Candelaria, la patrona del pueblo, cada año una familia se encarga de invitar a todo el pueblo a comida, música y diversión durante 2 días. Pueden llegar a gastarse más de 5000 dólares, pero eso sí, ese año la Virgen velará por todos los miembros de la familia.
Y fuimos al teatro donde la gente local representó una salida de olla llamada ‘Don Quijote de La Mancha versus El Fantasma de la Ópera’.
Desde Samaipata fuimos con trufi hasta Santa Cruz, la ciudad con más población del país y que no visitamos porque nos dijeron que el único interés es que es muy moderna y comercial. Desde la terminal de Santa Cruz tomamos un bus hacia la chiquitanía, una serie de pueblecitos ubicados en una zona de preselva donde los jesuitas levantaron Misiones que protegían a los indígenas guaraníes de la esclavitud española a cambio de que se convirtiesen al cristianismo. A diferencia de las misiones argentinas y paraguayas éstas han sido restauradas recientemente conservando los métodos y estética originales.

Visitamos 6 de estos pueblos: San Javier, Concepción, San Ignacio, San Miguel, San Rafael y San José de Chiquitos, ésta última con una estética distinta ya que domina la piedra mientras que en el resto domina la madera.

El esquema de todos los pueblos es similar, en un extremo está la iglesia con la plaza delante a partir de la cual crece el pueblo y siempre hay y una laguna cerca en las que en algunas ocasiones pudimos disfrutar de un buen baño. También es curioso ver que en toda la zona existen moto-taxis.

 

jueves, 12 de mayo de 2011

ATRAPADOS POR BOLIVIA-POTOSI/YURA/SUCRE

El trayecto de Uyuni a Potosí lo hacemos en la compañía Emperador (40 bolivianos-unas 5 horas). Durante todo el viaje estamos subiendo y bajando montañas, hay bastantes tramos sin asfaltar y nos empezamos a impregnar del paisaje minero. Llegamos a Potosí al mediodía y sólo llegar empezó a caer una intensa tormenta que dejó sus empinadas calles inundadas de agua. En Potosí estuvimos 11 días, de los cuales 4 estuvimos en la ciudad y 7 en comunidades.

La ciudad de Potosí (que en quechua quiere decir trueno) creció y continúa creciendo al pie del cerro rico, una montaña que empezó a dar oro y plata en tiempos de la colonización española y aún hoy día continúa siendo lugar de trabajo de unos 10000 mineros que en condiciones bastante precarias, y en muchas ocasiones a edades tempranas, intentan extraer mineral de sus entrañas. Los mineros tienen a su Tio dentro de las minas al que invitan a coca y a alcohol para prevenir posibles accidentes en su trabajo:


Potosí se encuentra a más de 4000 msnm por lo que caminar por sus estrechas calles llenas de movilidades en ocasiones se hace difícil. Lo más destacado de la ciudad es:
-          Visita guiada a la Casa de la Moneda: muy interesante para conocer más acerca de la historia de la ciudad sobre todo en época de colonización.
-          Fachada de la iglesia de San Lorenzo, en la que hay un sincretismo entre figuras indígenas y católicas


-          Recorrer sus sinuosas y empinadas calles que mantienen muchas fachadas de casas coloniales, balcones de madera, iglesias y miradores.

Casi cada calle está destinada a un oficio, de manera que nos encontramos con la calle de los modistos, la de las peluquerías, la de la venta de muebles, la de las ferreterías, etc…
-          Comer en el restaurante de la calle Sucre que regenta una madrileña y una boliviana y en el que se puede encontrar un menú completo por 25Bs de una calidad exquisita.

Pero lo que más marcó nuestra visita a Potosí fue conocer la organización ISALP que se encarga de asesorar tanto a nivel legal como técnico a las zonas más rurales.
Ramiro Villalpando fue un perfecto anfitrión, con él y con Gilberto estuvimos en las comunidad de Chilma, donde pudimos asistir a una reunión de autoridades del ayllu:

También tuvimos la oportunidad de acompañarles, junto a algunos miembros de las comunidades, a examinar un ojo de agua que se encontraba a unos 4600 msnm y a unas 4 o 5 horas de la comunidad de Cata-Cata en cuya escuela dormimos.

En la zona tienen muchos problemas para obtener agua potable para tomar ya que hay mucha escasez de agua y algunos ríos están contaminados, Los habitantes de la comunidad habían encontrado ese ojo de agua cuando llevaban a pastear a sus animales a lo alto de las montañas y querían mostrárselo a los técnicos de ISALP para ver las posibilidades de aprovechar esa agua para las comunidades.
También gracias a ISALP y a Ramiro, estuvimos en Yura durante 6 días, donde Jorge, Ramiro Filemón, Gilberto y Ifraim nos enseñaron la vida en las comunidades y los diferentes proyectos en la zona:

-          Piscigranjas de truchas
-          Mejora de las condiciones de establos y de las especies caprinas
-          Introducción de vacas lecheras para aumentar el consumo de leche
-          Producción de miel
-          Recuperación de tierras para cultivo de árboles frutales y huerta, desviando el curso del río con gaviones
-          Internados para niños que tienen que recorrer distancias grandes para ir a la escuela en los que se pueden quedar a dormir de lunes a viernes.
También pudimos recorrer los inhóspitos y bellos paisajes yureños y participar en una entrevista de la emisora local:

Después de nuestra estancia en comunidades volvimos a Potosí para compartir nuestras vivencias con Ramiro al que estamos enormemente agradecidos y a continuación partimos hacia Sucre en un trufi (taxis que salen cuando se llenan), el trayecto es de algo más de 2 horas.
Sucre es la capital jurídica de Bolivia donde está el poder judicial, es una ciudad moderna y la llaman ‘la ciudad blanca’ porque la mayoría de sus edificios están pintados de blanco.

El problema es que, en algunas ocasiones, metieron la brocha encima de verdaderas obras de arte, como ocurre en el Convento de las Claisas, donde recientemente se han descubierto frescos originales en todo su claustro que ahora intentan recuperar con mucho trabajo.
En Sucre nos alojamos en el Hotel Torino y, como había muchos cafes wi-fi nos pusimos al día con el mail y con los contactos con la family mediante skype. También tuvimos tiempo de ir a comer unos requetebuenos chorizos en Doña Nati y visitar sus lugares más emblemáticos: la casa de La Libertad, la Universidad Francisco Xabier, la Catedral, el parque Bolivar (con una reproducción enana de la Torre Eiffel), las fuentes de color y música y diferentes iglesias, grato recuerdo de la torre de San Felipe Neri.